La guerra de las consolas

Desde hace pocos años, la supervivencia empresarial en el mercado mundial de las videoconsolas se ha convertido en un negocio hipercompetitivo en el que tres grandes empresas se disputan con dureza un mercado globalizado de millones de personas.
De estas tres grandes compañías, dos vienen del extremo oriente (las japonesas Sony y Nintendo) y una única representa al imperio norteamericano (Microsoft, ni más ni menos). La última es casi una recién llegada al negocio del hardware de entretenimiento, pero las dos japonesas, Sony y Nintendo, son históricos rivales en su país y enemigos conocidos durante años.

Enemigos que protagonizaron la primera batalla de la historia moderna de las videoconsolas, la que convirtió una industria incipiente en un negocio global. Se produjo a mitad de los años 90, con la llegada de las tres dimensiones (3D) como avance tecnológico clave. La competición entre PlayStation, de Sony, y Nintendo 64 se saldó con la victoria por goleada de la primera.

Luego vino, a principios de nuestra década, la guerra de las consolas «de segunda generación». Microsoft se incorporó a la lucha con la Xbox pero ni los americanos ni la Nintendo GameCube pudieron hacer sombra a la PlayStation 2 de Sony, la consola más vendida de todos los tiempos, con 118 millones de unidades en todo el mundo (más de 4,3 millones de ellas en España) y una hegemonía casi absoluta desde 2000.

Pero los años de dominio insultante han acabado para PlayStation, que ahora se enfrenta a los nuevos modelos de sus competidoras (la Wii de Nintendo y la Xbox 360 de Microsoft), que aportan nuevos avances tecnológicos y nuevas filosofías de juego. Es la última batalla de las consolas, la competición de los hardware «de tercera generación». Y en ella, según la web de referencia vgchartz.com, Wii es la más vendida hasta ahora (11,78 millones de unidades en todo el mundo), seguida de Xbox 360 (11,10 millones) y PS3 (4,64).

Pero, a pesar de estas medidas de la competencia, la gran triunfadora de las consolas de tercera generación está siendo, de momento, Wii, con un éxito que ha hecho que Nintendo gane casi 500 millones de euros en el primer trimestre, cinco veces más que en el mismo periodo de 2006. En un año, ha vendido ya más que en Xbox 360, y se ha convertido en un auténtico fenómeno social.